Dia Internacional de la mujer
- portanovamexico1
- 8 mar 2016
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A comienzos del siglo XIX las mujeres no tenían ni voz ni voto. Trabajaban en fábricas bajo las mínimas condiciones de seguridad física y social. A raíz de esas condiciones se había vuelto común que ellas murieran en accidentes laborales. La frase de “Pan y Rosas” se le atribuye a una mujer, llamada Rose Schneiderman,
quien era originaria de Polonia y que fue llevada por sus padres a Nueva York, cuando tenía ocho años.
Quedó huérfana de padre a los 10 años, por lo que tuvo que enfrentarse a la vida en un ambiente muy hostil y pobre, tanto que su madre tuvo que dejarla en un orfanato por algún tiempo. Trabajó como cajera y desde ese momento se destacó por su liderazgo en la búsqueda del voto de la mujer.

Cuando un senador dijo que, si se daba el voto a la mujer, ésta perdería su encanto femenino, ella le replicó que si las mujeres no habían perdido su encanto trabajando en las condiciones que lo hacían, en calurosas lavanderías, en donde tenían que soportar altas temperaturas, trabajando de pié entre 13 y 14 horas, no perderían su encanto si dedicaban una hora a depositar su voto. En otra oportunidad, dirigiéndose a mujeres, esposas de millonarios, dijo: “Lo que una mujer trabajadora quiere es el derecho a la vida, no simplemente a existir—el derecho a la vida como lo tienen las acaudaladas, de disfrutar el sol, la música y el arte. Ustedes no tienen nada de lo que las humildes trabajadoras no tengan derecho a tener también. La trabajadora necesita EL PAN, pero también DEBERIA TENER ROSAS. Ayude usted, mujer privilegiada, a darle a ella el voto con el que puedan pelear sus derechos” Estas frases se volvieron tan famosas que en las primeras manifestaciones de EL DIA DE LA MUJER el eslogan fue “Pan y Rosas”, con todo el significado intrínseco que ello trae. Contribuya en la causa de la mujer regalándole unas rosas.

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